sábado, 4 de octubre de 2025

Hace exactamente 20 años hubo un eclipse.


Y creo que tengo que empezar desde el principio. Lo primero ha sido: volver a Manderley.

Lo segundo será escribir. Mejor a ordenador, mi mano artrósica apenas funciona ya. Esta historia de última hora se pone en cabeza del interminable pelotón porque en realidad lo precede todo, o, al menos, nos precede a nosotros: el protagonista coupé en deux de la tetralogía que nació un año antes pero cuyo pilar se iría desarrollando gracias al reflejo velado (a veces puro, otras oscuro) que ambos nos íbamos a ir devolviendo durante meses a través de una cortina translúcida (un diccionario de francés en una biblioteca semivacía, una taquilla con llave compartida, un pupitre lleno de basura).

Porque sólo ahora dudo si Lolita no nació con Annabel y sí de mi costilla.




martes, 2 de septiembre de 2025

Message personnel (título censurado)

[Este poema forma parte de la compilación "Fratricidio. Poemario en cinco actos. Acto 4: Manouche o el corazón delator (2011-2018)"]




Te imagino descalzo sobre la hierba de Marsella,
tu exigua sombra proyectándose sobre las sábanas al viento de la Riviera,
que tiendes de puntillas con la ligereza de un esquivo hado
Te amo

Naciste diez días antes que Monique.
Viviste donde crecieron los Panero
donde Felicidad Blanc
miraba a través del tiempo desde la ventana del primero
imaginando a los moradores del futuro
Te admiro como jamás admiré a ninguno

Te imagino conmigo, en una terraza de París
Inmunes a las balas
Mi cuerpo-escudo rindiéndole pleitesía al repudio

Te imagino viajando solo por los desiertos de Tucumán
guiado por el lenguaje de las serpientes
el susurro y el eco amortiguado 
de los incesantes presagios de muerte

Te imagino caminando por el bulevar Malesherbes
regresando de otro colegio de otra época de otro cuento
pensando en un más que posible Gérard 
de cuerpo recio y manos más fuertes que las mías
Ahora sé que no es verdad

Imagino tu sudadera granate y tus foulards de colores
Tu gato muriendo ocho pisos más abajo

Te imagino hablando bajito, 
riendo con esa socarronería serena
A veces pareces una suerte de muñeco inanimado

Y cuando vuelvas te contaré
Que el cine Doré fue cerrado temporalmente a causa de las chinches
Que uno de nuestros camareros fue hallado muerto en la ladera del río
Que todas mis redacciones de francés iban a ti dirigidas
Que todos los muchachos franceses tienen el mismo peinado y la misma nariz
Que fingí ser mejor que tú solo para ser elegida

jueves, 27 de febrero de 2025

Eterno retoño


[Este poema forma parte de la compilación "Fratricidio. Poemario en cinco actos. Acto 1: Annabel o la elegía interminable (2003-2018)"


Lo amé como a un hijo

Como a un gemelo perdido

entre los apaleados huesos 

de mi cuerpo en expansión

Como amaría a un ídolo dorado

a un pequeño Cristo sumergido


Tú me enseñaste

que el amor no era carne

sino un olivar

o un terreno baldío

Un eterno vientre estéril

el aire de las dos Castillas

las dos Castillas en el aire


Tú me enseñaste que la muerte era irreal

un desdoblamiento reflejado en el agua estancada

Narciso haciendo equilibrios sobre el bordillo

mirando los miembros de un muchacho hallado

que se deshacían con el paso de los meses

y acabaron flotaron cuando yo florecía


jueves, 23 de enero de 2025

Spanish Trash

[Este poema forma parte de la compilación "Fratricidio. Poemario en cinco actos. Acto 1: Annabel o la elegía interminable (2003-2018)"]


Él era un atribulado y joven héroe
de aquél tiempo que ya no existe
Rostro de años ochenta
y sudaderas desgastadas de dibujos animados
que alguna vez estuvieron de moda
Con su fiero y descarado cuerpecillo
de prehistórico pez abisal
que tarde o temprano tendría que regresar al fondo
y una suerte de raquitismo inquebrantable
-los niños valientes nunca se rompen-
que sostenía la roca sagrada de la neurosis

Tu padre decía 
que tenías los ojos de la malograda Lady Di
como una cruel premonición

Y yo dije 
que tus mejillas sonrosadas
eran las de un C. Thomas Howell
huyendo de un coche infernal
que nunca dejaba de perseguirle