[Este poema forma parte de la compilación "Fratricidio. Poemario en cinco actos. Acto 1: Annabel o la elegía interminable (2003-2018)"
Lo amé como a un hijo
Como a un gemelo perdido
entre los apaleados huesos
de mi cuerpo en expansión
Como amaría a un ídolo dorado
a un pequeño Cristo sumergido
Tú me enseñaste
que el amor no era carne
sino un olivar
o un terreno baldío
Un eterno vientre estéril
el aire de las dos Castillas
las dos Castillas en el aire
Tú me enseñaste que la muerte era irreal
un desdoblamiento reflejado en el agua estancada
Narciso haciendo equilibrios sobre el bordillo
mirando los miembros de un muchacho hallado
que se deshacían con el paso de los meses
y acabaron flotaron cuando yo florecía
